Complejo de superioridad ¡El sello de los inseguros!

Sentirse superior o inferior es una cuestión que va directamente ligada con la autoestima, su formación es producto de un proceso que inicia desde la niñez y se entrelaza con las pautas sociales adquiridas desde el mismo momento en que se muestran signos de entendimiento.

Algunas personas que han sufrido burlas, maltratos, desprecios en la infancia, y que al ser adultos se sienten minimizados, pueden comenzar a crear una realidad que les permite ser menos vulnerables. Convirtiéndolos en muchas oportunidades  en padres sobreprotectores con muestras de mucho apoyo y afecto para así poder robustecer la imagen que tienen de ellos mismos.

En muchos casos, cuando los padres son muy autoritarios e inflexibles generan una tensión en sus hijos que se manifiesta claramente en sentimientos de frustración, inseguridad y malestar. Lo mismo les pasa a aquellas personas que desde pequeños les inculcan que deben portarse “a la altura’’ ya sea porque su estrato social y económico se los exige ó porque pertenecen a familias idealizadas y que ejercen coerción a sus miembros, estas condiciones también someten al ser humano a vivir bajo presión, donde si no se cumplen los requisitos de esa sociedad experimentarán unos rasgos de personalidad que pueden desembocar en una baja autoestima, llevándolos a tener sentimientos de inferioridad o superioridad.

¿Inferioridad o Superioridad? Aunque son diferentes, la realidad es que estos dos complejos comparten una misma causa “El Rechazo” (en mayor o menor grado) estos individuos están dados a la idealización de su persona y tratando de comportarse como alguien totalmente diferente alimentan sentimientos de angustia, dolor, vergüenza y falta de ánimo; pueden desencadenar en tendencias depresivas, estados cambiantes de humor o por el contrario delirios de grandeza, pero lo que más les preocupa es perder el control de la situación porque sienten un miedo terrible a que ello pase, pues saben que no están a gusto ni con ellos mismos.

Los rasgos detrás del delirio: A estas personas se les conoce desde su manera de mirar, comportarse y tratar a los demás, con sus ademanes displicentes que hacen ver a sus compañeros como si fueran objetos de estudio de laboratorio. Son personas arrogantes, vanidosas y excesivamente preocupadas por el qué dirán, además suelen ser compañeros muy exigentes y difíciles de complacer, las personas con delirio de grandeza suelen carcajearse constantemente en público y convertir cualquier conversación en la oportunidad perfecta de hablar de sí mismos. Por ello se debe mostrar mucho tacto y diplomacia si queremos hacerles entender que están equivocados, pues de lo contrario piensan que le tienes envidia y por eso quieres que cambien.

No te dejes confundir todo aquel que necesite exhibir con cualquier tipo de alardes su superioridad, trae por demás un montón de inseguridades. Sin embargo, no se puede afirmar que todas las personas con características de prepotencia o creídos padecen este complejo, pero sí se puede decir que su personalidad sufre algún tipo de distorsión.


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