Doctora ha pasado mucho tiempo desde la última vez que me atendió, acá en mi bella ciudad de México. Después de todos esos años sigue esa nueva yo que salió, gracias a usted. La que esta a punto de contraer matrimonio, lo sé, eso lo veía imposible. Pero vea mis cambios, me casaré a finales de este mes con otro de los que fue sus pacientes.
Los dos nos cuidamos y continuamos cumpliendo las consignas. Nos mantenemos lindos y saludables jijiji.
En alguna oportunidad, quise hacer un video o escribir mi testimonio sobre el tratamiento, sin pensarlo mucho deje que pasará los días y me olvidé. En nuestra fiesta de compromiso Juanjo, se recordó el cómo nos conocimos y era imperdonable no hablar de nuestra guía, la Doctora Sandra. Nuestro Ángel, sin usted, estaríamos haciendo parte de los pacientes con serias enfermedades por el sobrepeso que teníamos.
Toda mi vida las profes y mi familia me decían que debería sentirme feliz, bendecida, por lo que tenía y era, que tenia que amarme como era, asi chaparrita y chonchita. Me decían que dejara de meterme en la cabeza los estandares imposibles y falsos de belleza, y durante años me negue la belleza, la salud, consideraba que era única, una mujer en un tamaño especial. Y comenzaba a hacer la lista de inteligente, trabajadora, bla bla, pero negada para el amor, con dificultades para relacionarme pero es que según yo, yo era muy sincera.
Doctora gracias, gracias a usted y a mi Virgencita de Guadalupe que me la metio por los ojos y logre superar dolores, rencores, aprendi a manejar la comida, aceptarme pero reconociendo que puedo lograr ser mejor cada dia. Deje en el pasado con 31 kilos, si doctora hoy continuo pesando 55 kilos, cómo la última vez que nos vimos.
Le enviaré fotos de la boda y del compromiso, pero si estará en México sabe que usted y toda su familia tienen aca su casa. Se sentiría doctora como me decía, orgullosa de mi.
La quiero y le vivo agradecida
Mari
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