Testimonio Salvador C., paciente BGV México
Como le exprese doctora, jamás creí que fuera posible bajar el peso que tenía, toda mi vida era conocido como el ñoño, situación que se convirtió en parte de mi identidad.
Al llegar a mi adolescencia empecé a sufrir el rechazo de las chicas, pues reconozco que no era nada atractivo, adicional mis movimientos era algo lento comparado con mis compañeros que eran mucho más delgados. Con 13 años tenía 1.67 de estatura y ya pesaba 97 kilos.
Al entrar a la Universidad Tecnológica de México pensé que mi vida podía cambiar, soñaba con tener una novia y para ello sabía que debía bajar de peso. Entre al gimnasio, hice dietas, y no es por nada pero no soy de gran comer.
Me realice tratamientos de balines sin resultados, luego ante un anuncio del diario me hice la malla supralingual e inicie el plan nutricional de líquidos y no niego que llegue a bajar 10 kilos en un mes, pero al retirármela recupere no sólo los 10 que baje sino 8 kilos más.
Doctora, usted pudo conocer la tristeza y desilusión que me abrigaba, ya estaba resignado, había hecho de todo.
Pero septiembre del 2010 mi vida cambio por completo al implante la banda gástrica virtual, seguí las consignas y las tareas psicológicas logrando dejar en el pasado ese hombre aburrido, inseguro, gordo. Hoy, tengo 26 años 175 de estatura y 76 kilos.
Quiero decirle mi doctora en nombre mío y de Marina mi esposa, con quien ya vamos a cumplir un año de casados, que usted es nuestro ángel como lo es para muchos compañeros de causa de acá de México, Colombia y demás países que usted sacrificando su tiempo de familia nos brinda a nosotros.
Le doy las gracias por el tiempo y el cariño que nos da, para que logremos nuestra meta de vida: llegar a ser personas felices y saludables.
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