La BGV cambio mi vida

Testimonio de una paciente Aequilibrium

Me llamo Alba Contreras, conocí de la Banda Gástrica Virtual por un anuncio en el diario, aunque tenía temor y desconfianza decidí iniciar una expedición de conocimiento sobre el tema. Llame y solicite información, vi los videos de pacientes, testimonios escritos, registros fotográficos, etc.

Cada vez me sentía más incrédula sobre los cambios que decían iba a experimentar, puesto que era una mujer de 36 años, profesional que gracias a su estado económico había consultado a médicos especialistas en estética sometiéndome a intervenciones que con el pasar del tiempo se hacían invisibles, sin rastro. Los gorditos regresaban a mí.

Mi temperamento era fuerte, mi familia decía que era así desde chica, y siempre pensé que ello me ayudaba para hacerme sentir y salid adelante.

A nivel afectivo mi vida siempre era un sube y baja, como me enamoraba me desenamoraba y mi pena era vincularme siempre con el hombre equivocado. Debo reconocer que era celosa, en ocasiones discutía sin un motivo real, exigía mucho de la relación.

Mi relación con la comida era temerosa, en ocasiones recibía y consumía tortas, dulces, helados de parte de usuarios, proveedores o compañeros de oficina. En ocasiones pasaba el desayuno de largo a causa de mis ocupaciones; a la hora del almuerzo si me gustaba algo repetía y en otras apenas probaba bocado; la cena era otra cosa, al llegar a casa en ocasiones asaltaba la nevera, si salía con compañeros comía sin límite; si experimentaba hambre después de acostarme, me levantaba a comerme una galletas con Cocacola o si había comida en la nevera la calentaba.

Mi reciprocidad con la ropa era otra cosa, unas veces me veía bien y otras no; un día podía colocarme un jean y a la semana no. Empecé a perder la fe y la preocupación por ello. Mi vestuario ya era trajes con chaquetas que me tapaban el vientre y disimulaba el sobrepeso que tenía.

Conocí a la doctora Sandra en Agosto del 2010 e inicie una aventura no sólo hacia mi interior sino también con mi exterior. En aquel momento pesaba 79 kilos y para mi estatura de 1.58 y poder alejar de mi los constante dolores de cadera y piernas debería dejar atrás mínimo 20 kilos.

Lo primero que me informo la doctora era que: el tratamiento era 100% psicológico y que debía decir adiós a pastillas, dietas; que debía seguir las consignadas y realizar las diversas tareas y ejercicios que ella me enviaba, que dependía de mi compromiso los resultados a ver.

No miento cuando digo, que jamás me imagine que podría ser la mujer en la que me he convertido, peso 55 kilos, la calma y tranquilidad habitan en mi vida, hoy tengo mejor relación con mi familia, amigos y por primera vez pienso en casarme con Antonio mi pareja desde hace 8 meses quien me admira y me ha apoyado en este asombro proceso de cambio.

Hoy quiero animarte para que salgas de ese estado de conformidad, miedo y desconfianza hacia ti misma, yo pensaba que en mí no funcionaría, pero trabaje y hoy soy consciente que lo que quiera mientras trabaje por ello lo logro.

A usted doctora mil gracias, su apoyo y constante compañía logro que creyera en mí, es maravilloso sentir que alguien te admira y se siente orgullosa de tus pasos hacia la meta por pequeños que estos sean. La quiero y le debo mucho, mil abrazos.


Imagen by activosenred

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