La falta de tiempo, la comodidad y facilidad han convertido a
las comidas rápidas en uno de los menús básicos en la alimentación de muchas
personas, esto a pesar de conocerse lo poco saludable y los posibles daños que
con el tiempo ocasionan.
Muchas personas llegan a consulta queriendo romper su hábito
de consumo, lo cual han intentado pero en vano.
Algunas recomendaciones que te ayudarán a reducir la ingesta de
comida rápida son:
1. Saber
lo que pasa
Reconocer la adicción a este tipo de alimentos, este es un
gran paso para entender qué es, cómo se presenta y cómo afecta tu vida. Los
estudios han revelado que este tipo de comida puede ser un problema grave, ya
que en su mayoría son ricos en azúcar y alto contenido de grasa, pero desafortunadamente
para el consumidor son extremadamente agradables a su paladar.
Cuando se ingieren alimentos chatarra, se desencadena la
liberación de dopamina en el centro del cerebro, podríamos afirmar que el
cerebro recompensa al consumidor por degustarlos. Esto desencadena el deseo de
comer más ese tipo de alimento y regresar a él una y otra vez, generando de ese
modo una adicción.
Las personas con trastorno por atracón sienten una compulsión
a comer grandes cantidades de alimentos en un corto período de tiempo.
Generalmente, pueden sentirse disgustado por sus hábitos alimenticios, pero son
incapaces de controlarlos o evitarlos.
Si usted se siente obligado a comer grandes cantidades de
comida rápida, incluso si se siente mal después, es importante buscar ayuda
profesional para tratar estos hábitos.
2. Realiza
una bitácora
Llevar un diario en el cual relates los acontecimientos en tu
relación con la comida, que incluye la frecuencia con la que consumes comida
rápida, las porciones o cantidad alimentos que ingieres, tus deseos alrededor
de ella y la fuerza de control que tienes para dejar sin realizar tus antojos.
Evaluar tus sentimientos de apego del 1 al 10, determina si el impulso por
comer está relacionado con situaciones emocionales. Clasifica los alimentos que
pueden evidenciar una pérdida de control (comida rápida, caramelos, sodas,
panadería, embutido). Lo anterior, te ayudará a entender el nivel de adicción
que tienes frente a la comida rápida.
3. Cambiar
hábitos no significa hacer dieta
Las dietas en el sentido tradicional son planes sostenibles a
corto plazo, siendo un método inapropiado para tratar una adicción a la comida.
La gran mayoría de las personas al iniciar un plan de dieta
se dan por vencidos, dejan de comprar los productos recomendados o se aburren
dejando todo atrás. Lo indicado es iniciar un cambio de estilo de vida
alrededor de su adicción a la comida pero que no se limite a adoptar una dieta.
Redacte un plan de alimentación que excluye la comida rápida
o comida basura, sustitúyalo por otros manjares o alimentos que te gusten.
Asegúrese de planificar el tamaño de las porciones, evitar el picar
constantemente, consume las tres comidas usuales y dos meriendas para evitar la
sensación de fatiga durante el día.
Si en casa tienes alimentos disparadores, elimínalos de su
hogar, adquiera sustitutivos saludables. En lugar de chocolatinas puedes
consumir gelatina o uvas pasas, pero ten en cuenta las porciones.
4. Cambia
tu ruta
Como toda adicción es importante evitar los estímulos o
detonantes, si tienes un hábito como el de comprar donas o la súper hamburguesa
en el local camino a casa u oficina, cambia de ruta, recuerda que es importante
cumplir con tu compromiso. Aprovecha la diversidad de Apps que te permiten varias
rutas para llegar al lugar del destino.
En caso de ser imposible, porque, por ejemplo, el local queda
justo en el edificio donde está ubicada tu oficina, pon una nota en tu coche,
en el descansa pantalla o foto de pantalla de tu móvil con una frase optimista
"Lo Logré" “Soy un triunfador” “Cada esfuerzo contribuye a mi gran
meta, me amo”.
5. Mi
motivo
Erradicar un mal hábito o dejar atrás una adicción no es
fácil. Sin embargo, tener una lista de los motivos que te impulsan a realizar
el cambio es un recurso de gran utilidad para apoyarte en los momentos en los
cuales tu voluntad se ponga a prueba, no olvides agregar a la lista mensajes
positivos en primera persona “soy una triunfadora” “todo lo que me propongo lo
logro”.
Los artículos de diversas revistas, artículos de
investigaciones o recomendaciones médicas son de gran ayuda a la hora plasmar las
ventajas de renunciar a tu adicción o mal hábito.
Guarde una copia de sus pensamientos positivos en su bolso, coche
o en alguna parte visible de su oficina, recurra a ellos cada vez que tenga un
momento de debilidad.
A medida que continúe alejado de la comida rápida, escriba
sobre su progreso y añada los acontecimientos positivos que hayas notado en tu
estilo de vida, salud, estado de ánimo. Esto te ayudará a ampliar tu lista.
Es importante que entiendas que el proceso de cambiar hábitos
o dejar adicciones depende principalmente de tu querer, pero también de
apoyarte de las herramientas y profesionales adecuados para tu caso en
particular.
Cualquier duda que tengas sobre este tema, puedes comunicarte
con nosotros.
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