DORMIR POCO ¿ENGORDA?

Esta pregunta le resulta absurda o poco probable a la mayoría de los asistentes de las diversas conferencias a las que me invitan. Estudios realizados han comprobado que existe una relación directa entre las horas de sueño y el sobrepeso.
Lo que todos sabemos es que una persona gasta menos energía y calorías mientras duerme, sin embargo, las investigaciones revelan que las personas que duermen cinco horas o menos en la noche, son un 70% más propensa a la obesidad.
Normalmente, cuando una persona se acuesta tarde en la noche, siente que alarga su jornada activa cada día, lo más probable es que después de cenar, requiera consumir alimentos nuevamente, lo cual no es una opción muy saludable; si lo anterior se convierte en algo cotidiano o un hábito, la persona estará aumentando sus calorías significativamente, pues el cuerpo se encuentra en estado pasivo durante la noche y no puede quemar las calorías como debiera, almacenándolas, generando como resultado final, un aumento significativo de peso. Por ello siempre debes tomar tu última comida (preferiblemente liviana) por lo menos tres horas antes de acostarte.
Por lo anterior, se recomienda descansar durante la noche 7 u 8 horas, así el cuerpo se renovará durante la noche y  tendrá todas las energías para comenzar el día siguiente.
Es importante, no sólo tomar conciencia sobre las horas de descanso sino también de la cantidad de comida que se ingiere, la calidad de ella, los horarios y tiempo que le dedicamos a una actividad tan importante como el alimentarse.
Como conclusión, para tener una salud física y mental saludable procura:
Dormir adecuadamente
Evitar Trasnochar o ver televisión hasta tarde, procurar desconectarse del chat e internet si no se tiene un objetivo concreto a altas horas de la noche.
Cenar bastante antes de irte a dormir.
¡Así que ya sabes: evita esos kilos de más durmiendo temprano!

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