1. Empieza por no asumir que
esas cosas que tu pareja hace por ti son obligatorias.
Caer en la poca valoración de
lo que nuestra pareja hace hacia nosotros y exaltar sus errores es muy usual en
las parejas, por ello realizarás el siguiente ejercicio:
* Tomarás una hoja de papel o
en el computador y escribirás las cosas que tu pareja hace por ti; en esta
lista deberás tener en cuenta tanto los grandes como pequeños actos.
*Una vez terminado el
inventario, tómate unos segundos para responder con honestidad, ¿Cuando mi
pareja ha hecho alguna de las cosas de la lista, le he demostrado aprecio? ¿De
qué manera podría expresarle lo feliz que me hacen sus detalles? Es aquí donde
encontramos que muchas parejas olvidan el expresar algo tan pequeño, pero de
tan gran impacto como el decir: "Gracias".
Ahora bien, si tu objetivo es
nutrir tu relación, lograr una relación armónica, por 21 días, de manera
consciente agradecerás esas pequeñas y grandes cosas que él hace para darte
felicidad.
2. Deja a un lado esa pitonisa
interior. Deja de asumir que tienes el conocimiento de lo que quiere, piensa o
hace tu pareja. Uno de las falencias en la relación se da a causa de los
pensamientos automáticos negativos; asumimos como cierto un hecho sin analizar
que existe una gran probabilidad de estar equivocadas, procesamos suposiciones
inexactas y con ello creemos tener una base de argumentos y razones para
iniciar una batalla.
En muchos casos la mujer
comprueba que sus realidades autocreadas son supuestos equivocados pero lamentablemente
después de generar resentimientos y dolor, tanto en ella como en su pareja,
asentando la mala comunicación y sus diferencias. O lo que es peor, quedamos
convencidas de algo que no es cierto, pero que nos contenemos de comprobar para
llegar a la verdad, es como sacar tarjeta roja sin verificar la jugada sino por
un tan solo: yo lo sé, yo creo.
* Ejercicio para lograr el
cambio de actitud: tomarás una hoja en blanco o en el computador, continuarás
la siguiente frase de manera automática, con lo que se te venga a la cabeza, es
decir sin pensar mucho. Te recomiendo lo llenes en aquellos momentos en donde
los pensamientos no son tan hermosos hacia él, cuando ese nudo atraviesa
nuestro pecho porque no nos sentimos bien en la relación.
"yo supongo que mi pareja
piensa que yo soy...."
"yo supongo que mi pareja
siente por mí...."
Una vez termines la lista,
intenta probar alguno de estos supuestos. Analiza si puedes refutar su
contenido, si racionalmente podrías darle una explicación diferente de la que
pensabas.
3. Asumir la responsabilidad
cuando algo no sale como se esperaba, no es fácil, por ello es más cómodo
dirigir la culpa a otros. Por ello, frases como “es tu culpa”, “yo lo hice tú
me lo dijiste”, “tú me presionaste y no tuve opción”, “tú eres el culpable de
todo lo que está pasando”, “Tú me has convertido en una mujer desdichada e
infeliz”.
Podría seguir escribiendo
frases usuales en las parejas, que no nos aportan nada a nosotras ni a nuestra
relación de pareja, pero lo realmente importante es que tomemos conciencia de
que asumir esta actitud nunca aporta nada hacia la solución de la situación en
conflicto, pero si genera, una reacción negativa y de resentimiento en nuestra
pareja.
Es necesario que empieces a
reconocer tus propios errores y a asumir sus consecuencias. En el matrimonio la
relación debe fundamentarse en un (Conyugue1) GANA – GANA (Conyugue2), en
ninguno de los extremo debe experimentarse un PIERDE.
* Un ejercicio para iniciar el
cambio sobre este aspecto, iniciando el control de tus actos y sus
consecuencias es:
En una hoja blanca o en el
computador realizarás cuatro columnas:
Primera columna: escribirás
las formas en las que culpas a tu pareja. Por ejemplo, "Tú tienes la culpa
de que ya no hayamos encontrado boletas", "te dije que llamarás antes
del cierre, tu nunca haces nada, ahora ya no podré firmar los papeles este
mes", “te pedí ayer que no olvidaras la cámara, siempre olvidas todo”.
Segunda columna: analizarás
esa situación, pero la juzgarás mirándola hacia ti misma y escribirás tu
participación o responsabilidad en lo sucedido.
Tercera columna: escribirás
las posibles acciones que deberás tomar o las soluciones para que no vuelva a
suceder.
4. No asumas el papel de
intérprete. No trates de interpretar todo o de darle la explicación según tu
criterio a los comportamientos o palabras de tu pareja, el hacerlo provoca que
caigamos en el error de no escuchar lo que realmente nos dice puesto que damos
por asentado lo que quiere afirmar.
El mejor antídoto para este
refrigerante de pareja, es el realizar el siguiente ejercicio: cuando tu pareja
se acerque a hablarte, esfuérzate al máximo por tratar de entender todo lo que
dice, pregunta cuando no comprendas algo, pregunta interrogando si la idea que
expresas es correcta, apórtale sentimiento expresándole que lo entiendes, que
si estuviera en su lugar harías, pensarías igual o contribuye con una solución
diferente. En otras palabras, practica la escucha activa no sólo verbal, sino
también en el campo no verbal, puesto que con ello indicarás que tú realmente
le estás escuchando.
5. Se asertiva, no digas SÍ,
cuando realmente quieres decir NO.
La relación de pareja debe
construirse con cimientos de honestidad y confianza, sin ellos difícilmente
lograremos una real y duradera intimidad.
Cuando actuamos de manera
diferente a la que queremos iniciamos la recolecta de momentos de frustración y
gran resentimiento; si lo que te impulsa es miedo o temor a defraudarlo debes
hacer un alto y replantear la relación
Generalmente, el conyugue que
asume un SÍ presionado, llega a un instante en el que su pérdida de
autenticidad hace que sienta la necesidad de finalizar la relación o de
revelarse generando nuevas reglas; un conflicto seguro.
* Un ejercicio que nos ayudará
en este evento es el siguiente:
Escribirás en una hoja blanca
o en el computador las sentencias que consideres necesarias para el siguiente
inicio de oración: "Tengo miedo de decirle a mi pareja que...."
Numerarás cada una de las
situaciones enunciadas, de manera que 1 corresponderá a un hecho fácil de
contar, siendo el último, el de mayor dificultad.
Imagínate acercándote a tu
pareja y diciéndole la verdad. Para este ejercicio puedes apoyarte en el ejercicio
de la silla vacía: imaginarás a tu pareja sentada en una silla frente a la
tuya, respirarás con facilidad y suavidad con el objetivo de relajarte. Una vez
logres visualizarlo, comenzarás a hablarle sobre cada uno de los ítems de tu
lista. Luego tomarás el riesgo de hacerlo en la realidad, iniciando con el
numeral 1 que contiene el hecho más fácil de aflorar, hasta que logres acabar
con tu lista.
6. Jamás utilices el silencio
como un arma.
Muchas personas creen que el
silencio es la mejor estrategia para evitar aumentar el conflicto, sin embargo,
este es una expresión de agresividad o violencia pasiva.
El expresar adecuadamente
nuestro malestar genera la posibilidad de llegar al punto que origina el
conflicto, pero el silencio contribuirá a que la pareja se sienta
menospreciada, agredida, humillada, entre muchas sensaciones negativas que en
muchas ocasiones despiertan agresividad verbal.
Un ejercicio que usualmente
envío para salir de este círculo vicioso en la relación de pareja es:
Realiza una lista de
resentimientos o frustraciones en tu relación de pareja, terminando la frase:
"Me molesta de (nombre) que…".
Escribe una nota a tu conyugue
en la cual redactarás todas esas cosas que te molestan de él. Es importante que
No Culpes. Procura iniciar cada molestia después de expresar algún aspecto
positivo:
Un ejemplo para mayor
comprensión podría ser:
"Mi vida, hoy recurro al
papel porque siento que hay aspectos que tenemos que hablar. Te amo y lo único
que quiero es que logremos superar cualquier obstáculo que se presente. Sé que
posiblemente lo que te expresaré en esta pequeña carta te duela, pero en ningún
momento esa es mi intención...”
“Amor, con esta nota quiero
afianzar nuestra relación mediante el conocimiento de cosas que se me han
dificultado expresar. Esto no es fácil para mí, pero este gran amor que por ti
siento, me da la fuerza para querer superarlo:…”
“Sé que me amas y deseas que
no me pase nada pero, me siento molesta cuando sabes que estoy en casa de mis
padres y me llamas en reiteradas ocasiones, con este hecho no siento que
quieras cuidarme, sino que no tienes confianza en mí.”
“Se amor que eres un hombre
trabajador, que al llegar a casa te encuentras cansado, situación que a mí
también me pasa, pero me siento molesta cuando me ves todas las noches
organizando la casa y tú te sientas en el sofá a ver tv; con ello me siento
sola, poco valorada, me encantaría que hiciéramos del arreglo de casa una
actividad de los dos.”
Generalmente, la pareja que
recibe la misiva termina realizando este ejercicio, sacando a flote situaciones
que le molestan y que por temor también callaba.
7. En las relaciones de pareja
es usual encontrar que ante la imposibilidad de resolver los conflictos que se
presentan, realizamos acciones, muchas veces de manera inconsciente, como forma
de llamar la atención o de castigar al otro.
Para ser entendida comentaré
el caso de Diana, quien a causa del poco tiempo que su esposo le dedicaba
debido a sus múltiples compromisos laborales, y ante su incapacidad de
expresarle su necesidad de compartir más tiempo con él, comenzó a realizar
conductas de alarma (consumo de alcohol, cambio en su forma de vestir, manejo
irresponsable de las finanzas, entre otras) y que comenzaron a preocupar a su
pareja.
Esta es una manera indirecta
de establecer una relación y con el pasar del tiempo genera daños en muchos
casos insanables.
Lo que motiva a las personas a
realizar estos actos autodestructivos en muchas ocasiones, es la impotencia de
solucionar sus problemas ante los conflictos, duelos o frustraciones. Como
alerta es necesario ser consciente de que en ocasiones su final puede
convertirse en un cuadro depresivo clínico e incluso llevar a realizar actos
sin retorno.
* La comunicación directa,
diciendo de una manera adecuada lo que nos molesta, hace que se prevenga este
tipo de situaciones lamentables en la relación.
Ejercicio recomendado: Busca un
lugar en el que te sientas cómoda y segura, en el que podrás estar por treinta
minutos, tiempo que demora el ejercicio, sin que nadie pueda interrumpirte.
Cierra tus ojos, una vez te
encuentres cómoda ya sea que estés recostada o sentada. Respira profundamente
sintiendo cómo ingresa el aire y sale de tu cuerpo, concéntrate en tu
respiración, lo haces despacio generando tranquilidad, sintiéndote relajada
-inhalar y exhalar- despacio.
Ahora inicia a preguntarte:
1. ¿Qué cosas que hago le
generan malestar a mi pareja?, el éxito del ejercicio depende de tu grado de
honestidad para contigo - escribe en una hoja blanca o computador la lista de
tus conductas
2. ¿Deseo continuar utilizando
estos métodos que afectan mi relación con mi pareja?, recuerda lo importante
que es la sinceridad. Si la respuesta es "No", continuarás con la
siguiente pregunta.
3. ¿Para qué sirven estas
conductas?
4. ¿Cuál sería la forma más
efectiva de comunicar mis sentimientos diferente a estos comportamientos para
expresar mis afecciones?
Es importante que tengas en
cuenta que este proceso podría descubrir o revivir algunas heridas o
resentimientos, por ello debes tener cuidado de no volcar todos tus
sentimientos negativos sobre tu pareja a la vez. Debes planear acerca de cómo y
cuándo comenzar a compartir tus sentimientos.
8. Muchas veces hemos
escuchado frases como “en el amor y la guerra todo se vale”, e incluye el
actuar en las relaciones afectivas. Lamentablemente, por más armoniosa que sea
una relación puede llegar a convertirse en la lucha feroz entre adversarios
crueles, a quienes lo único que les importa es ganar. Se recurre a las amenazas
verbales o físicas, y a los abusos que se convierten en armas de destrucción
tóxica.
Cuando los miembros de una
pareja son combatientes lo recomendable es buscar ayuda o escapar.
Algunas recomendaciones son:
Prométete que aunque te
encuentres enojada bajo ninguna circunstancia amenazarás física o verbalmente a
tu pareja. El agresor en este caso sólo conoce una manera para aliviar su
sufrimiento y es hacer que su pareja sea tan miserable como él. Generando una
crisis o ruptura sin retorno cuando la víctima inicia el mismo actuar o
responde a la agresión.
Cuando en terapia se le
pregunta al paciente ¿querías hacer daño a tu pareja? su respuesta,
invariablemente, es: "No, pero me siento tan frustrada cuando él no me oye
que acabo por perder la cordura", o "No me gusta lo que está
sucediendo entre nosotros, he tratado por todos los medios habidos y por haber
para que me entienda, pero él simplemente se niega a escucharme. He llegado al
punto donde todo lo que quiero hacer es hacerle daño (llora)"
El dolor y la frustración
hacen que recurran a la violencia creyendo que es la única manera en que pueden
lograr protegerse, lo que quieren, etc.
Usualmente, indico el
siguiente ejercicio a las personas para que logren reducir y controlar su ira.
Es importante que sepas que ninguno de los ejercicios es sustituto de la
orientación profesional.
En el momento en el que la ira
se apodera de ti contra tu pareja:
Desplázate a tu habitación o a
un lugar privado en el cual nadie te escuche, toma una almohada y golpéala con
tus manos o un bastón hasta que te sientas agotada y más tranquila. Si deseas
gritar, maldecir mientras estás magullando la almohada, adelante, no te
cohíbas, eso sí, cerciórate de que nadie te escuche.
Toma una hoja blanca o el
computador, escribe una lista con todas las cosas que hace tu pareja que logran
que pierdas el control. Puedes empezar con “me molesta de mi pareja…”
Escríbele un mensaje a tu
pareja en el cual le expresarás tus deseos de arreglar la relación que tienes
con él, y que para ello es necesario hablar de las cosas que él hace, dice u
omite que logran molestarte a ti. Tienes que evitar culparlo a él, debes
procurar detallar el dolor, la soledad y lo que consideras está afectando la
relación.
9. Expresiones ofensivas como:
“eres tan imbécil”, “Eres un irresponsable”, “Eres igual que tu madre” y “eres
un inútil, un bueno para nada”, cada una de estas frases demuestra lo brillante
que somos a la hora de juzgar al otro y la facilidad con la que realizamos la
lista de sus defectos.
Si el objetivo es que la
persona a la que le expresamos estos juicios negativos cambie, claro que lo
lograremos pero no en el sentido de mejora, sino de afectación a la relación y
por obvias razones a la autoestima del otro.
Es fundamental que a la hora
de dar un juicio de desaprobación, tengas cuidado con las palabras que
utilizas. Es recomendable iniciar siempre en primera persona “yo” seguida del
asunto que logra molestarte, como por ejemplo "me siento enojada cuando de..."
"me incomoda cuando haces...".
Trata de argumentar de manera
serena tu malestar como por ejemplo, "Juan, me molesta cuando la casa no
está limpia. Entiendo que estés ocupado, que estás cansado al llegar a casa,
pero te agradecería si me ayudas a limpiarla”.
Para lograrlo puedes realizar
el siguiente ejercicio:
a. En una hoja blanca o el
computador, realiza una lista de todas las cosas que logran molestarte.
b. Cambia el "tú" en
las declaraciones por "Me siento (triste, molesta, incomoda) cuando…..”
10. Cuando una pareja está en
conflicto hasta el punto de actuar como dos estados diferentes preparados para
la guerra, alguno o ambos suelen buscar un aliado, aquel tercero cuya función
es apoyar.
En un matrimonio suelen
utilizarse los niños, situación que genera consecuencias negativas en ellos,
dañar la relación con el padre contrario, afectar su autoestima y su
rendimiento académico, ingresar al mundo de las sustancias psicoactivas entre
otros.
El tercero puede ser un
familiar, un amigo o en ocasiones una persona que comienza a interactuar
íntimamente con uno de la pareja, con la finalidad de reducir la tensión, la
ansiedad, la depresión que aumenta con el pasar del tiempo, o en el caso de la
amante, suele suceder para vengar el desprecio, indiferencia o falta de interés
que le demuestra su pareja.
La salida a este tipo de casos
que suelen llamarse Triangulación es la confianza y la intimidad, siendo vital
la comunicación como en todos los casos anteriores.
El ejercicio a realizar es:
Para este ejercicio debes ser
sincera, pensarás en tu relación y en una hoja de papel o en el computador
escribirás qué te gustaría cambiar de tu relación de pareja: “me gustaría que
una vez a la semana saliéramos juntos a cine, cenar, bailar”.
Una vez finalices la lista,
realizarás una carta, evitando culparlo o acusarlo de lo que sucede en la
relación. Piensa cómo te gustaría que a ti te escribieran el mismo mensaje, qué
palabras serían necesarias para que no te sientas atacada, ello te ayudará a
suavizar la esquela.
Después de haber escrito y
entregado el mensaje a tu pareja, como ejercicio en cualquiera de los
enunciados anteriores, procura acercarte a él unos días después con el fin de
iniciar un plan de transformación con miras a superar los obstáculos.
Se recomienda visitar a un
terapeuta pero asegúrate que se idóneo para ello.
Sandra Milena Alvarado
Psicóloga, máster y PhD (c)
psicología
Terapeuta BGV
smalvaradop@hotmail.com
www.aequilibrium.com.co
Tomado de www.muyfemenino.com
Enlace http://www.muyfemenino.com/index.php?option=com_content&view=article&id=326%3Aejercicios-que-pueden-salvar-tu-matrimonio-&catid=36%3Apareja&Itemid=95
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