MANTENER A RAYA LOS TRIGLICÉRIOS

Un exceso de triglicéridos en la sangre no siempre va unido a un problema de colesterol pero también aumenta el riesgo cardiovascular.  Cuidar la dieta puede ayudar a mantenerlos bajo control.

Triglicéridos no es más  que el nombre técnico con el que se conoce a las populares grasas este nombre refleja muy bien la naturaleza de estas sustancias, formadas por una unidad de glicerol a las que se unen tres ácidos grasos. Al igual que el colesterol, pertenece a la amplia y diversa familia de los lípidos que se caracterizan por no ser solubles en agua.    
                                          
Las grasas o triglicéridos ingeridos con la dieta son un excelente combustible para muchas de nuestras células, proporcionan nueve calorías por gramo – más del doble que los hidratos de carbono- y constituyen, con diferencia, la principal reserva energética del organismo, que se almacena en el tejido adiposo.

Conviene controlarlos a dos niveles el primero en su acumulación en el tejido adiposo.  En una mujer la cantidad de grasa almacenada debería presentar del 25 al 30% de su peso corporal, y en el hombre alrededor del 12% cuando los porcentajes son inferiores se habla de delgadez y si aumentan de sobre peso u obesidad.   

El otro nivel es su circulación por la sangre, que permite distribuir los triglicéridos de la dieta a los tejidos que los utilizan y al tejido adiposo, donde se almacenan las reservas qué luego se movilizan para ser usadas por los diferentes órganos.  Lo importante es evitar que su presencia en la sangre sea excesiva.

¿Cuándo están altos?
La hipertrigliceridemia es una elevación anormal del nivel de triglicéridos en la sangre.  Se recomienda mantenerlos por debajo de 150 mg/dl, porque niveles mas altos aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares pancreatitis.  Además puede estar asociado a problemas como la diabetes mellitus y la obesidad.    

En su aparición influyen muchos factores tanto genéticos como ambientales entre los que destaca la dieta.  Como medidas generales, la Fundación Española del Corazón pone el acento en evitar los azucares simples (azúcar, miel, bebidas azucaradas y refrescos), la fructosa y el alcohol, pues aumentan la síntesis de triglicéridos en el hígado.  También recomienda dejar de fumar, hacer ejercicio aeróbico regularmente, perder peso en caso de sobrepeso u obesidad y controlar la diabetes.

¿La obesidad es un exceso de triglicéridos? 
Si, un exceso de triglicéridos corporales, es decir, grasas acumuladas en el tejido adiposo.  El organismo acumula mas reservas energéticas en forma de grasa de las que necesita por edad, sexo, talla y constitución.   Y el mayor tamaño (hipertrofia) de las células del tejido adiposo se traduce en un mayor peso corporal.

¿Por qué se acumulan en el organismo?
La causa única es siempre un balance energético positivo, es decir un ingreso de calorías con la dieta superior a su gasto corporal.  En el adelgazamiento ocúrre lo contrario el gasto supera los ingresos. Este es el principio que rige las dietas hipocalóricas.

¿El sobre peso eleva su nivel en la sangre?
La hipertrigliceridemia está entre las principales alteraciones metabólicas en los obesos, es importante mantener baja la grasa abdominal.  Se aconseja que la circunferencia  de la cintura a la altura del ombligo sea inferior a 95 cm  en el hombre y a 82 cm en la mujer

¿Por qué debe evitarse el alcohol?
El alcohol aumenta la síntesis hepática de los triglicéridos; de ahí que existe un gran consenso al recomendar que, en caso de hipertrigliceridemia, no se tomen bebidas alcohólicas esto no quiere decir que quienes no tengan ese problema no puedan beber moderadamente en el marco de un estilo de vida saludable.

¿Pueden estar bajos y el colesterol alto?
Si.  Y al revés también, aunque existen hiperlipemias en las que ambos están aumentados.  Lo mejor para la salud cardiovascular es mantener los dos en sus valores normales para lo cual la dieta  y el estilo de vida son fundamentales.  No obstante, la genética ejerce en algunos casos una influencia decisiva en su desequilibrio.



 Tomado de: CUERPOMENTE No 212 pág. 24,25. FRANCESC J. FOSSAS (dietista)

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