Cada paciente es un mundo distinto y por lo tanto son complejas las combinaciones de causas que puede uno encontrar y que producen la obesidad, sin embargo, el conjunto de emociones y comportamientos están directamente relacionados con la manera habitual de alimentación, como es el caso de episodios de ansiedad los cuales se pueden presentar por consumo compulsivo o ayunos, constantes o esporádicos.
Por lo anterior, muchos profesionales del área de la salud nos atrevemos a decir que existen tantos casos de obesidad como obesos.
En mi consulta por diversos países, no he encontrado una causa idéntica entre los casos, y por tanto el abordaje y tratamientos son distintos e individuales.
De allí se desprende, la necesidad del trabajo interdisciplinario para atender a cada uno de los detalles que inciden en esta problemática.
Entre las diversas teorías hay quienes afirman que los factores psicológicos son causa de la obesidad y otros para quienes son consecuencias de la discriminación social hacia el obeso.
Independientemente, de la posición que se tome frente a los factores psicológicos, lo cierto es que en mayor o menor medida, ellos están presentes y es esencial su conocimiento e identificación para ser abordados si se quiere tener éxito permanente en el tratamiento, cualquiera que sea.
Es importante aclarar la necesidad de analizar y enfatizar el rol de los aspectos psicológicos en la obesidad y su tratamiento, pero no con ello se deben desconocer otros factores determinantes y participantes como los genéticos, constitucionales, metabólicos, ambientales y sociales que la generan.
Por la forma como trabajamos en Aequilibrium, donde existe un estrecho acompañamiento psicológico, el tratamiento contra la obesidad y los malos hábitos tiene un porcentaje muy alto de éxito permanente en comparación con otras alternativas.
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